Sentido del ridículo

¿Hay ganas o no?
Pues va a ser que si.
Este año me apetecen Carnavales (Entroido por estos lares). Cosa bastante poco común tiempo atrás.
Siempre tuve una especie de relación amor-odio extraña hasta esas fechas. Algunas veces queridas, otras no tanto (demasiados traumas en la adolescencia y como no, en mi complicada y aún no finiquitada post-adolescencia), ... Echando la mirada hacia atrás siempre me acuerdo de esas fechas como algo imbuidas de un ambiente que no iba conmigo. A ver, parto del hecho de que lo de ser ridículo es algo que choca con mi particular forma de ser, pero ¡qué coño! un día (o dos) es un día. A veces los tipos como yo deberíamos admirar a los ingleses, a los anglosajones en general, por la facilidad que tienen de caer en el ridículo y afrontarlo con una normalidad pasmosa, como si fuera el pan suyo de cada día.
De todos modos partiendo del hecho de lo bien que estuvo el año pasado (la primera vez que puedo decir que disfrute de esas fechas y me olvidé por completo del sentido del ridículo), ya no necesito autoconvencerme más: ¿por qué no puede pasar este lo mismo?

Escucho ahora: Depeche Mode - suffer well (Tiga remix)

Libertad de Expresión

No soy muy amigo de expresar ideas mías políticas aquí en este mi particular cuaderno de bitácora.
Pero esta vez no puedo aguantar la idea de que unos intolerantes coarten uno de los pilares de mi libertad, y de la libertad de paises europeos como en el que vivo.
Hoy soy un danes más. Por eso, apoyo desde aquí la iniciativa de apoyo a la libertad de expresión en Dinamarca con este banner que he incluido en la esquina superior derecha de este sitio. Os invito a visitar Support Denmark.