20.5.05

El último día del verano

Hay veces que tienes ganas de sentirte solo, y viajar con tu mente a diversos lugares que sabes que nunca visitarás. Es una capacidad del ser humano que más que fascinarme me da miedo, puesto que consigue hacerte sentir muchas cosas que sabes que nunca sentirás, que solo lograrás aproximarte a sentir.
Creo, de todos modos, que la sensación del hombre más agridulce, pero a la vez más autenticamente fascinante es la nostalgia. Yo me definiría a mí mismo como alguien nostálgico. Me encanta evocar en mi mente momentos que pudieron ser buenos, malos, regulares, pero que ya pasaron. En mi lista de momentos pasados no puedo evitar pensar en los veranos de la playa. Me supera, me carcome las entrañas en ocasiones recordar cada momento sabiendo que nunca volverán a suceder. Que siempre estarán ahí, y que el famoso refrán cualquier tiempo pasado fue mejor, no tiene porque ser cierto pero si tiene una parte real. Y que nunca, nunca, por mucho que pretendas imitarlos, volverán a ser parecidos. Es la inmensa putada del ser humano, recordar, eliminar los malos momentos, potenciar los buenos, tener un sabor dulzón en los labios a algo pasado, cerrar los ojos y oler a alga, o sentir la arena de la playa en tus zapatos. Ahora sí sé que quizás nunca más volveré a sentir lo mismo, salvo en mis sueños, o cuando me quedo embobado mirando el cielo desde mi ventana, evadiendome del mundo en el que me ha tocado vivir.
No dejo de escuchar the last day of summer de los Cure. Será por algo supongo.

12.5.05

Agua de mayo

Es sorprendente observar como el caracter de la gente cambia con el buen tiempo, o con como éste se acerca. Ahora mismo amenaza lluvia, pese a que la poca fuerza del sol de estas horas intenta atravesar con más pena que gloria las nubes que se tejen detrás de las montañas que rodean el pueblo donde vivo. Pese a todo la gente está feliz, como contagiada por una extraña enfermedad mental a la que nadie le haya buscado cura, porque ni interesa. Es la proximidad al verano, a lo que todo ello implica, sol, calor, playa, vacaciones, fiestas... Nos pasamos 10 meses esperando para que el calor nos achicharre y nos haga sudar. ¿Soy yo el único que cuándo hace calor quiere que haga frío, y cuándo hace frío quiere que haga calor? A veces ni me entiendo a mí mismo. A veces tampoco entiendo a la gente, y porque es tan feliz conforme sea una estación determinada, haga buen tiempo, vamos, que algo tan voluble como el tiempo atmosférico influya en su estado de ánimo...
Me siento un poco yo contra el mundo. Voy a seguir escuchando algo de los Smiths, ¿qué tal la de heaven knows i´m miserable now?

4.5.05

Menos mal que nos queda Portugal

Olvídense, pelo-famobiles, modernillos y demás ralea de tribus urbanas que convierten los festivales veraniegos en su habitat natural y en su razón per se de existencia. Benicassim ya no es el novamás de la modernidad, en la actualidad el Primavera Sound, festival que se celebra en Barcelona a finales del presente mes, le ha superado en cuestión de gusto, innovación y en apuestas arriesgadas. Comparen los carteles señores poperillos.
La edición de este año del FIB nos ofrece como platos fuertes a Oasis que presentan nuevo disco, al mítico Nick Cave and the Bad Seeds y a los pastelosisimos (e indignos de este festival, creo yo) Keane y su pop recauchutado al estilo Coldplay. ¿Y qué más nos ofrecen las cabezas pensantes del festival indie por antonomasia del verano? Underworld, LCD Soundsystem, y el ex-hype Fischerspooner como representatividad electrónica, además de algún que otro grupete en horas bajas. Yo me pensaría acudir solo por Kasabian que su debut me ha vuelto loco, por los Radio 4 y los !!! (chk chk chk) imprescindibles para saltar, pero ver al impresentable de Xoel López (que cainitas que somos los gallegos, ¿no creen?) me quita todo tipo de ganas. ¡Qué le den este año (otra año más) a Benicassim!.
El Primavera Sound que este año cambia su lugar de celebración por uno más acorde a su recien adquirida popularidad me ofrece mayores garantías de disfrute. Si ya el del año pasado con los Primal Scream y los rejuntados Pixies era de todo punto imprescindible (y más de uno que fue no se cansa de repetírmelo cada vez que me ve), la edición de 2005 no se queda para nada corta, desde artistas legendarios como New Order o los depresivos Echo and the Bunnymen, Sonic Youth o el mítico Iggy Pop que no se pierde una, o (pasmense ustedes) ¡¡¡¡¡los mismísimos Human League!!!!! , hasta revelaciones tanto nacionales, Nadadora, como internacionales, The Arcade Fire. Sin olvidarnos de los sempiternos Planetas que este año mudan su centro de operaciones festivalero a la plaza del Forum, ¿por fin los tiempos han cambiado?.
De todos modos un señorito pelo-famobil ya ha hecho su elección para este año, más económica, más cerca de casa y más cómoda: Paredes de Coura (en Portugal, pero muy al ladito de la frontera) que se celebra a mediados del mes de agosto y con un cartel, que todavia sin confirmar (crucemos los dedos), reunirá desde los Pixies hasta los Queens of the Stoned Age, junto con Nick Cave, The Arcade Fire, !!! y más sorpresas que se me quedan en el tintero. ¡Yum!Posted by Hello

1.5.05

No está hecha la miel para la boca del asno

Es triste cuando crees que uno de esos lugares que frecuentas pierde su magia y se convierte en algo vulgar. Más, sobre todo, si es uno de esos sitios nocturnos que siempre han estado especialmente unidos a tu manera de entender la farra. En Ourense, la ciudad pequeña y algo paleta en la que vivo, un sabado a la noche es el momento más deseado por mucha gente para vestirse divinos de la muerte, tajarse, ponerse hasta el culo y ligarse a una pava/pavo.

Los pelo-famobiles como yo que vamos siempre a los mismos sitios, atados por una particular relación de afectividad musical rayante con el sectarismo intransigente, solemos desarrollar una altivez absoluta hacia los garitos que frecuentan esos orquesteiros nocturnos que pululan su etilismo y su verborrea incontenible ante la jamona de turno que pasea su minifalda de
Bershka.

Este sabado a la noche, que para mi tuvo más bien poco de ocio, fui testigo de un espectaculo algo cercano a la vergüenza ajena. Cuando un pub se pone de moda, aunque sea radicalmente opuesto a todo lo que tu escuchas o a tu filosofia de vida, la cuestión es liarse la manta a la cabeza y tirarse a por todas. Da igual que no suene Bisbal o la canción de reggeaton de turno, sobre todo si vas tajado y van tres perroflautas o unos popitos que están cachondos. En principio eso daría por completo igual, pero peor es si te las quieres dar de algo que no eres, y lo que consigues es que se rían por completo de tu ignorancia...vamos, que suene algo de los Hammond Inferno y después te pidan por favor, ponme algo de Sabina o Rammstein, porque te las quieres dar de entendido. Peor es si tú estás detrás de la barra y te encargas de esa parte del negocio que es poner música...que te griten dos tipas porque no les gustan los Chemical ... que confundan New Order con cualquiera parida de esas que suenan en las discotecas más garrulas ourensanas, etc... Quizás este siendo demasiado radical, intransigente o algo prepotente, pero vamos a ser sinceros, ¿a quién le gusta que violen su sancta sanctorum nocturno por antonomasia por una mera cuestión de moda pasajera? Qué se olviden pronto de él, por favor.