19.10.05

Por fin los tiempos han cambiado

Quizás la necesidad haya llegado lo más tarde que debiera. En todos estos meses no he parado de pensar cuando era el momento adecuado para volver a escribir algo aquí, sin embargo, conforme pasaban los días me daba cuenta de que el momento tenía que ser lo más especial posible. Que era necesaria una catarsis en toda regla, vamos.
Ya es este momento.
Fuera de los cambios estéticos, este lugar sigue siendo el mismo. Un sitio en el que me dedico a hablar de lo que me interesa, pero del modo más aséptico posible. Yo hablo de mi vida, de mis inquietudes, de mis cosas, en definitiva, pero seré mucho más feliz cuando alguien que por azar haya entrado aquí me diga que eso que yo pensé aquel día, él también lo pensó. En ese momento este blog habrá cumplido un objetivo mío en particular: conectar con gente que yo no conozco, o que no conozco como debiera.
Sigo siendo el mismo. Los que me conocen saben que tengo este espacio vital en la red. Los que no me conocen no saben quien soy, y premeditadamente no quiero dar pistas acerca de cual es mi vida, de cual es mi sitio en el mundo (algo que a día de hoy todavía sigo buscando). Nunca pretendí que esto fuera mi diario o mi bitácora. Nunca he usado de esas cosas. Este lugar es un sitio de ideas, de sentimientos, de historias. Es mi sitio, pero también es el de los que aquí vienen. Disfrutad de él como yo lo hago. Bienvenidos de nuevo.