25.2.07

Surrealismo de sábado noche

En estos tiempos uno no sabe que hacer.
La verdad es que después de noches como las de ayer, que rozan el surrealismo brutal, algunas cosas no puedo calificarlas de normales. Una cosa está clara: me empiezo a cansar de determinadas actitudes de gente que está más preocupada en su ombligo que en el del resto de sus amigos. Eso y mi lucha constante (marca registrada) para demostrar mis sentimientos a la persona que más me importa en estos momentos (que por cierto, es completamente lógico que no crea nada de lo que le digo) son las dos cosas que más me afectaron ayer.
Las cosas como son, me lo pasé bien, que de un tiempo a esta parte es lo mejor que me puede pasar en un sábado a la noche ourensano.
Varias cosas que sacar en limpio de ayer:
1º Que a Wolf no se le puede discutir nada cuando va un poco ciego.
2º Que tres horas seguidas en el Elephant aburren.
3º Que estoy harto de la música del Badulake. Estoy del garage, funk y del rock años 70 hasta las narices. Variedad por favor.
4º Que odio el 7 pecados. Y que ojalá no vuelva más por allí.
5º Que algunos taxistas podrían hablar más alto y no al cuello de su camisa. Eso o que cada vez estoy más sordo.
6º Que, por lo menos, ayer no me metieron garrafón en ningún sitio. Y eso si que es una sorpresa.


8.2.07

Fotos

Es bastante sorprendente. Me refiero al efecto que es capaz de hacer una fotografía tuya de hace un tiempo. Es algo que, personalmente, he redescubierto (algo más en la lista de cosas a redescubrir en este año 2007) después de mucho tiempo sin utilizarlo. Digo a utilizar esa especie de nostalgia que uno lleva aparejada a la imagen en concreto.
Algunas colgadas en spaces de amigos, otras en formato papel (que no sé porque, pero esas si me parecen auténticas fotografías), otras que no sabes ni como llegan a tí, como si una suerte de azar universal fuera capaz de colocar inopinadamente cosas en tu camino para que pases el tiempo embobado recordando un pasado que acabas idealizando (algo que debería estar prohibido por una mera razón de salud mental).
Estos días, por muchas razones que no vienen al caso me han pasado (y he encontrado) algunas fotos que me han llegado a causar vergüenza de como soy ahora mismo. Es raro, se me veía muy feliz, despreocupado, no miento si digo que bastante más delgado que como estoy ahora, igual eso influye. Hacía mucho que no tenía esa desagradable sensación de que todo tiempo pasado es mejor. Es lo malo de las fotografías que, inesperadamente, te encuentras y no quieres ver, pero que acabas viendo, y que después acabas guardando para que vuelvas a encontrarlas unos años después.
De todos modos no deja de ser adictivo, me refiero a ver esas fotos, esas pequeñas situaciones que fueron parte de tu vida, es más, voy a dejar de escribir que el Galego se ha montado un space y tiene fotos mías de hace años fijo...

1.2.07

Tomoko

Baiona bien gracias.
No pude disfrutar del sentimiento de volver a reencontrarme con parte de mi vida basicamente porque estuve borracho desde que llegué y la resaca del día siguiente me impidió pensar de una manera que no fuera confusa. Pero fue bonito volver a pisar sus calles y saludar a gente a la que hacía muchísimo tiempo que no le veía el pelo. En resumidas cuentas, que me lo pasé bien, y lo mejor de todo, que para la Arribada (o sea, el primer fin de semana de marzo) vuelvo.
Por lo demás todo normal en una semana normal. Nada interesante ni que llamara de más la atención, salvo el video que os pongo. Es el primer single del primer disco (Dirty Paper Cup) de la islandesa Hafdis Huld, ex-vocalista de Gus Gus. Lo cierto es que me parece la mejor canción que he escuchado en lo que llevo de año, quizás sea por ese pop juguetón de la melodía o por esa voz preciosa, casi seductora, no sé. Vamos, que me gusta, y el disco, (lo poco que he estado escuchando, por el momento) me parece bonito, que es más que un piropo en los días en los que andamos.