28.6.05

Adios a mi amiga

Dices que nos hacemos mayores. Quizás tengas razón.
Cuando te hayas ido definitivamente, cada vez quedaremos menos, cada vez haremos menos planes y los días de lluvia en invierno serán más tristes, las tertulias en las noches de verano más aburridas.
No sé por qué, pero cada uno de vosotros que vais haciendo vuestra vida y os vais escapando de la mía me hace parecer que menos tiempo me queda. Que las cosas se han acabado como las había entendido tiempo atrás y que he de acostumbrarme a alimentarme de recuerdos y nostalgias conforme vayan pasando los días. La última tú.
Soñando estaba en zumbidos de mosquitos, en tardes tumbados en toallas a la orilla del río. En miles de conversaciones intrancesdentes e interesantes al humo de un cigarro, al humo del incienso que se escapaba por la ventana de la comuna. Todos los recuerdos grabados en mi mente como en un super 8 mientras suena cualquier canción de los planetas, ¿david y claudia te vale?. Espero que eso no se pierda.
Sé feliz en tu nueva vida. Seguiremos haciéndonos mayores todos y los que quedamos aquí, esperaremos a que vuelvas y nos cuentes.

27.6.05

¿Qué onda guero?



Pese a que Beck nunca fue santo de mi devoción más allá de ese himno generacional que fue loser, su último trabajo, que desgraciadamente parece estar pasando algo desapercibido, me está enganchando, de un tiempo a esta parte, demasiado. Me resulta muy interesante esa fusión que experimenta en todos los temas, en algunos con más pena que gloria, pero en todos con una calidad ciertamente incuestionable, que no por ello, comprendida. Parece que el artista norteamericano se basó en el mestizaje evidente que existe en Los Angeles, entre la población autóctona y los hispanos que llegan desde la frontera sureña, o que llevan ya generaciones instalados allí para conformar un trabajo distinto, psicodélico, en ocasiones divertido, mezcla de sonidos digitales, orgánicos, hip-hoperos, incluso se marca temas como girl que trae recuerdos, aromas del sonido californiano de los mismísimos beach boys. En definitiva, que Guero (2005) es una suerte de resurrección para uno de los grandes de los años 90 que durante mucho tiempo llevaba perdido, desde antes del errático Sea Change (2002) , y que quizás ha encontrado algo el rumbo, o por lo menos el camino a seguir a partir de ahora. De todos modos le vendría bien tomarse menos en serio y reirse de uno mismo como hizo en sus primeros y, todo sea dicho, mejores trabajos.

13.6.05

Discos de mis veranos: VIOLATOR, disfrutando de la oscuridad.

Creo que no podría nunca existir un verano en mi vida sin sonar los acordes de la pequeña pieza escondida entre enjoy the silence y policy of truth. Violator (1990) es el disco de mis veranos, y muy probablemente, el disco de mi vida. O si lo prefieren, la síntesis perfecta entre guitarras y sintetizadores, entre pop y electrónica.
Cierto es que no puedo ser muy subjetivo con Depeche Mode. Desde muy pequeño, y he de remontarme a finales de los 80, he tenido demasiado contacto, incluso familiar, con su música y he crecido, alimentandome incluso, con sus ritmos y sus obsesiones letrísticas. He sido más fan de lo que soy ahora, puesto que el paso del tiempo aplaca los fundamentalismos creados en la adolescencia, aunque la verdad es que me incomodo si se habla mal de mis antiguos ídolos, si bien es cierto que siguen siendo, desde mi punto de vista y pese a sus últimos 8 años de patinazos, unos auténticos genios.
Violator es una obra espectacular. Completamente cohesionada en torno a 9 cortes que rezuman simplicidad y perfección en partes iguales. Sin una clara orientación letrística, como se puede observar en su continuación en el tiempo, Songs of faith and devotion (1993), todos los temas guardan una especial conexión con la oscuridad, o con los momentos vitales más cercanos a ella. Oscuridad con luz o sin luz, de noche o de día. Oscuridad y silencio al fin y al cabo. Silencio, esa es la palabra. Waiting for the night y la archiconocida (y creo yo, obra maestra del electropop) enjoy the silence son las indicadoras de la noche y el silencio como señales de lo que los Depeche Mode propugnaban a principios de la década pasada.
Como ya he dicho, la simplicidad (que no simpleza) es una de las máximas que configuran el disco de la rosa roja como la perfecta cúspide del sonido que los Martin Gore y compañía (sin olvidar que el aspecto sonoro de esta obra maestra nunca se alcanzaría sin la producción de Flood y del auténtico genio e injustamente olvidado Alan Wilder, integrante de la banda hasta 1995) alcanzaron en su día. Desde el teclado desnudo con el que inicia world in my eyes a la guitarra suave que ornamenta la maravillosa balada blue dress, pasando por el riff bluesero unida a la poderosa voz de Gahan (magnífico el trabajo vocal del frontman de la banda) que les dio fama mundial cuando personal jesus bombardeó las radios de todo el mundo. Sweetest perfection y clean como homenaje a los aspectos más sucios de la personalidad humana, embadurnados de un sonido electrónico casi orgánico, que no por ello cálido, ya que Violator es ante todo noche, noche oscura, cerrada, misteriosa pero humana al fin y al cabo, y la noche es fria, siempre es fria.
No puedo ni quiero olvidarme de halo, la canción que no puede ni debe pasar desapercibida ni en la primera escucha del disco. La canción que me harté de escuchar a la luz de la luna durante muchos de mis mejores veranos. La canción de esos veranos que dije que ya nunca volverán.

"and when our worlds
they fall apart
when the walls come tumbling in
thought we may deserve it
it will be worth it"

Posted by Hello

4.6.05

¿Cambio en Galicia?

Comenzó ya la campaña. Las elecciones que todos esperabamos con auténtica fruición. Es la hora de que los gallegos elijamos entre continuidad (y/o estancamiento) o cambio. O por lo menos eso se nos recuerda machaconamente en los medios de comunicación una y otra vez.
A mí, sin embargo, me trae ciertamente al pairo bastantes cosas de las que se comentan estos días iniciales de campaña y los anteriores de precampaña (duda existencial: ¿cuál es la diferencia entre las dos si practicamente se pide el voto en la precampaña?). Sinceramente, creo que a muy poca gente le importan las discusiones cainitas de nuestros políticos. Hoy por hoy lo que se lleva más bien es sí el elegible de turno cae bien, tiene carisma, talante, o los arrestos suficientes para arreglar los problemas del país, que son desgraciadamente, muchísimos.
No sé a quien voy a votar, de hecho, ni siquiera sé sí voy a votar o no. En un post de hace un par de meses hablaba que ninguno de los tres candidatos me ponían lo más mínimo. Fraga es algo así como el tatarabuelo cebolleta que cuenta historias para no dormir y que asusta con lo que nos espera si ganan los otros. Torito es plano, aburrido y gris y Quintana es... una tercera parte de la quinta parte de Beiras, pero sin su carisma. Mirándolo así... ¿a quién voto?¿merece la pena votar?.
Lo único cierto es que nos esperan dos semanas de sloganes varios, de frases para la galería,de gestos patéticos de nuestros políticos (de vergüenza ajena en su mayor parte) y de bastantes encuestas que en su mayor parte no nos van a servir para nada, ni mucho menos para orientarnos. De hecho últimamente esta surgiendo en mí una pregunta constante: ¿nos merecemos los gallegos un cambio, o más bien, una nueva clase política?